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12 de diciembre de 2019

Proyecto de Ley sobre igualdad de oportunidad de empleo en el transporte público y privado de carga y pasajeros para las mujeres y la comunidad trans - travesti

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

Se encuentra en la Comisión de Transporte de la Honorable Cámara de Diputados un Proyecto de Ley solicitando la igualdad de oportunidad de empleo en el transporte público y privado de carga y pasajeros para las mujeres y la comunidad trans - travesti

Dicho trámite recayó en el Expte. 5394-D-2019 del 04 de Diciembre del corriente año, siendo la firmante de dicho Proyecto de Ley la Diputada Nacional Mónica Schlotthauer (Poder Ejecutivo - Buenos Aires).

Fundamentos

Desde la banca de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad estamos dando continuidad al camino por la igualdad laboral emprendido por las mujeres ferroviarias de la Línea Sarmiento y a las múltiples demandas laborales encabezadas por mujeres en todo el país para acceder a trabajos de conducción y otros en los servicios de transporte de carga y pasajeros.


Presentamos este proyecto con el objeto de poner fin a la discriminación laboral hacia las mujeres trabajadoras y al colectivo trans-travesti en Argentina fruto de las barreras empresariales y estatales que son la causa de que las mujeres y colectivos travestis-trans estén entre los sectores más empobrecidos, oprimidos, explotados, discriminados y estigmatizados por empresarios y gobiernos machistas y patriarcales.

Este proyecto contra la discriminación nació en la lucha de las mujeres ferroviarias en el 2012 y sostenida en el tiempo con su persistencia. El paro de trenes línea Sarmiento del 3/12, primer paro gremial en el país por los derechos laborales igualitarios, que protagonizaron las y los Jefes de Trenes ratifica el compromiso emprendido.

En la Argentina, las mujeres son un sector históricamente discriminado en relación al trabajo, son las peores pagas, las más precarizadas y súper explotadas. El sector del transporte no está excluido de esto. La inclusión laboral de mujeres en el sector es urgente, ya que la mitad de las mujeres en Argentina no tienen ingresos propios, y, si los tienen, hay una brecha salarial del 26% en relación a igual tarea que realizan los varones.

El Indec señala que seis de cada diez varones adultos trabaja, mientras que sólo lo hacen cuatro de cada diez mujeres. Además, la desocupación es un fenómeno que afecta mayormente a las personas jóvenes y en especial si son mujeres: su tasa de desocupación (23,1%) es cuatro veces mayor que la de los varones adultos (5,6%). Al mismo tiempo, entre quienes tienen un trabajo asalariado encontramos que más del 30% lo hace en condiciones informales, número que llega al 38% cuando se trata de asalariadas mujeres.

El 75% del trabajo no remunerado en nuestro país lo hacen las mujeres. Durante las horas que no se dedican al mercado laboral, las mujeres están en las casas haciendo tareas domésticas, utilizando el transporte público llevando a les niñes a la escuela, en casa de un adulto mayor de la familia que requiere de cuidados, entre tantos otros espacios. Estos trabajos constituyen una precondición para que exista aquella otra jornada laboral que sí es remunerada.

“Un estudio indica que las mujeres lo usan más (al transporte público) pero que en el rubro los puestos de trabajos de mujeres implican un 5%. Se trata de un sector donde "sólo el 5%" de los puestos de trabajo están ocupados por mujeres; sin embargo, como usuarias hacen entre tres y cuatro viajes más por día que los hombres. La calidad del servicio y el costo de los transportes "afectan más" a las mujeres, en un sector considerado "estratégico para la macroeconomía y la independencia de ellas". (La Voz, AGENCIA TÉLAM, miércoles 13 de marzo de 2019 - 18:13-FUENTE:https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/mujeres-y-transporte-lo-usan-mas-pero-ocupan-menos-puestos-de-trabajo).

A lo largo de los años las mujeres han conquistado espacios en el transporte como que se impulsen registros para aspirantes a choferes mujeres. En Córdoba, por ejemplo, los trolebuses son conducidos históricamente sólo por mujeres. En la Ciudad de Buenos Aires en el subte el 30% de las conductoras son mujeres y los taxis los conducen alrededor de unas 2.000. Otro hecho es, por ejemplo, la lucha de las trabajadoras del ferrocarril Sarmiento con la agrupación “Mujer bonita es la que lucha” y delegadas y delegados de la Agrupación Bordó que conquistaron que Silvia Bogado sea la primera mujer mecánica de trenes de la Argentina.

Tienen en su haber también a la primera mujer guarda y a las primeras banderilleras. Para mencionar a nivel internacional, por ejemplo, Arabia Saudí era el único país del mundo que prohibía conducir a las mujeres hasta el 24 de junio de 2018 donde entró en vigor una nueva ley que por fin permitiría a las mujeres saudíes sacarse el carnet de conducir. En España hasta el 2013 el 41% de conductoras eran mujeres. Claros ejemplos que fruto de la lucha se viene avanzando contra el machismo patriarcal en el mundo.

Por parte del colectivo trans-travesti, ni siquiera cuentan con acceso a la salud pública, educación escolar y/o universitaria y mucho menos la inserción al ámbito laboral. Esta realidad es consecuencia del no reconocimiento de su identidad, la impugnación de su existencia por no ajustarse al binarismo genérico y se reitera su degradación como sujetos de derechos dejando a estas personas una vida material precaria, riesgosa y violenta.

Actualmente no hay cifras oficiales sobre la dimensión de su realidad. Organismos independientes calculan que en la población argentina pertenecen al colectivo entre 7 y 10 mil personas. Las realizadas por entes del Estado y/o ONG’S son alarmantes y demuestran el nivel de vulnerabilidad. “Los datos de ocupación evidenciaron una situación laboral precaria de elevada inseguridad e informalidad.

El 20% declaró no realizar ninguna actividad por la que obtengan dinero. El 80% restante expresó dedicarse a actividades vinculadas a la prostitución y otras actividades de precaria estabilidad y de trabajo no formal. Siete de cada diez encuestadas afirmaron estar buscando otras fuentes de ingresos y ocho de cada diez de las mismas declararon que su identidad trans les dificulta esta búsqueda.

Más de la mitad de las encuestadas no han realizado algún curso de capacitación laboral y la mitad de las que hicieron algún curso de formación afirman que el mismo le sirvió para conseguir trabajo. El 70% de las encuestadas expuso estar o haber estado en situación de prostitución. (Primera Encuesta sobre Población Trans 2012: Travestis, Transexuales, Transgéneros y Hombres Trans Instituto Nacional de Estadística y Censos-Informe técnico de la Prueba Piloto Municipio de La Matanza 18 al 29 de junio 2012. Septiembre 2012 www.trabajo.gov.ar/downloads/diversidadsexual/Argentina_Primera_Encuesta_sobre_Poblacion_Trans_2012.pdf)

El colectivo viene obteniendo varios triunfos fruto de su movilización y lucha como la ley de matrimonio igualitario. En Rosario este año el Municipio decretó (por primera vez) la contratación de cinco personas trans; en La Universidad Nacional de Mar del Plata se implementó que al menos el 1% de los puestos no docentes estuvieran ocupados por personas transexuales, travestis y transgénero.

En 2015 en Salta, se presentó un Proyecto de Ley de Cupo Laboral Trans y se obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados (en él se establece que el 0.5% de los trabajadores debe pertenecer al colectivo trans, que significaría más de 300 puestos de trabajo en la gestión estatal). Se ha conquistado también la aprobación, en la Provincia de Buenos Aires, de la Ley de Cupo Trans (Ley 14.783, Diana Sacayán) aprobada en 2015. Al día de hoy siguen sin reglamentarse y el ajuste de Mauricio Macri en la salud les impide poder realizar los tratamientos de hormonización que contempla la ley de Identidad de Género, como así también el acceso a los medicamentos antiretrovirales.

Por todo lo expuesto exigimos que la inclusión laboral de las mujeres y del colectivo trans-travesti sea una realidad, rompiendo con las prácticas y políticas heteronormativas, machistas y patriarcales que no combatió ningún gobierno radical peronista ni liberal.

En los servicios ferroviarios en particular la aplicación del cupo femenino debe tener como prioridad la incorporación de las mujeres despedidas de los ramales que las políticas gubernamentales fueron cerrado en los últimos cuatro años, conjunto las compañeras despedidas en el marco de situaciones de Violencia de Género como la compañera Gisela Herrera ex ferroviaria del Sarmiento.

8 de marzo de 2017

Trenes y huelgas

Actualidad

Hace unos años, ya muchos, hicimos una investigación sobre el desguace ferroviario. En especial, sobre los pueblos que habían tenido talleres ferroviarios. Cerrados y desarmados después del 94, al lado de las instalaciones vacías malvivían los pueblos. En uno de ellos, Laguna Paiva, hicimos varias entrevistas. Calor santafecino –siestas interminables que dejaban las calles vacías– y memoria de tiempos mejores. La ciudad ostentaba orgullosa el mote de “Paiva la heroica”. Había sido la última trinchera contra el Plan Larkin, el intento de reforma ferroviaria que hizo el gobierno de Frondizi, y que los trabajadores vieron, no sin razón, como avanzada privatizadora. La huelga contra el Plan duró más de 40 días. El gobierno decidió romper el paro con carneros –corría 1961– y órdenes represivas. Los trabajadores se refugiaron en campos de alrededor. Se sabían buscados. El tren manejado por rompehuelgas se acercaba: “un grupo de mujeres, muy bravas y luchadoras –en realidad no eran luchadoras históricas, sino que lo descubrieron ahí– que vivían cerca de las vías dijeron ‘por acá no va a pasar’, se lanzaron a la vía, se llamaban entre las vecinas, fueron a las vías y había una pila de durmiente por ahí y comenzaron a levantar esos durmientes pesados y los atravesaron en las vías… y el tren tuvo que parar”, narró una bibliotecaria. La huelga triunfó a medias: el Plan fue suspendido pero los talleres cerrados no fueron reabiertos.

La historia es preciosa y pensé mucho en ella en estos días. En ese momento de descubrimiento del propio destino, el encuentro con una suerte de heroísmo que no imaginaban ni esperaban para sí. Una bifurcación o un cruce de vías que no por sorprendente fue esquivado. Quince años después otras mujeres que hasta allí no eran militantes, produjeron un acontecimiento político al reclamar la aparición con vida de sus hijos. Las militancias anteriores, con sus retóricas, su tenacidad, su voluntad férrea cuando se trata de caminar el desierto, a veces festejan esos descubrimientos, otras los ahogan o los temen. O quedan a la espera de enlazarlos con las lógicas anteriores. Quizás esas saboteadoras del tren se hicieron militantes. Quizás no. Sólo pensaron que en ese momento y ahí había que decir no. Arrojarse sobre el freno de mano, para que bajo la apariencia del progreso modernizador, no se trafique la brutal destrucción de las condiciones de vida.

Foto gentileza: Frente de Izquierda

En 1922, las putas de San Julián, como narró Osvaldo Bayer con entusiasmo, se negaron a recibir a los soldados que habían reprimido a los huelguistas de la Patagonia. Los asesinos quedaban excluidos del pacto sexual y laboral. El paro igualaba a las mujeres con los peones rebeldes, en una sublevación que sería condenada con saña. Eran cinco. Decidieron decir no, poner el cuerpo en juego de otro modo: sustraerlo de la disposición que presupone el propio trabajo, para convertirlo en testimonio de una solidaridad de clase. No eran obreras sindicalizadas pero pararon. No tenían derechos laborales, pero crearon su derecho a decir que no. Ese acto de fundación es tan potente como el de las mujeres atravesando los durmientes en la vía del ferrocarril: encuentran en la fuerza común una potencia desconocida, una capacidad de resistir inesperada, un deseo de desobediencia. 

Este 8 de marzo vuelven a tramarse esas historias, están en el fondo de la imaginación de un paro de mujeres. Entre las actividades del paro, hay previsto un trenazo: grupos de activistas sindicales, militantes sociales, estudiantes, vecinas, se están organizando para viajar en tren desde sus barrios conurbanos hasta el centro de Buenos Aires el miércoles. Circulan en la red los horarios en los que se convoca a tomar el tren en cada estación. El tren del 8 promete ser, a ciertas horas, territorio de propaganda y agitación. El Sarmiento, el Urquiza, el San Martín, el Roca, el Mitre. La tela de araña ferroviaria, con su centro capitalino, puede ser el esbozo de los senderos de nuestra propia ciudad utópica. Los que llevan y traen ese entusiasmo descubierto en común porque solo puede ser colectivo. El que enlaza el ¡no! con la lucha perseverante por el mundo en el que queremos vivir. Aunque no sepamos hacia donde nos lleva el deseo, sí sabemos que nos mueve.Página12.com

12 de noviembre de 2015

Mujeres ferroviarias rindieron examen de ingreso para aspirantes a conducción de trenes

Gremiales

Redacción Crónica Ferroviaria

A partir del día de ayer, mujeres ferroviarias pertenecientes al gremio Unión Ferroviaria (Línea Sarmiento) estuvieron presentes en el examen de preselección para ingresar a la carrera de conducción de trenes.

Según la página web Soy Ferroviario "queremos destacar en particular el orgullo de que nuestras compañeras ferroviarias hayan logrado llegar a esta instancia: “La igualdad de oportunidades laborales".


"Sin duda todas  ellas lo merecen, sin duda las mujeres del Sarmiento ya han cruzado muchas barreras, a pesar de los prejuicios, a pesar de las campañas calumniosas, y a pesar del desprecio y manoseo de su reclamo recibido por la gerencia de RRHH de la empresa que nunca fue parte de la solución, sino sólo intento de utilizar políticamente sus banderas".

"Es preciso también destacar que más allá de las diferencias en la historia y en el presente que se han dado en los debates sobre este y otros problemas con la conducción del gremio La Fraternidad, el llegar hoy a este paso histórico que significa la incorporación de mujeres al ferrocarril, ha sido posible también porque,  además de la disposición objetiva a debatir la problemática de la discriminación, han aportado y sido parte en la solución", termina expresando Soy Ferroviario.

Desde Crónica Ferroviaria saludamos y expresamos el mayor de los éxitos a las mujeres ferroviarias que supieron luchar y obtener esta enorme conquista.

9 de octubre de 2015

Mujeres maquinistas. Ya se empieza a sentir el "perfume de mujer en las cabinas"

Gremiales

A pocos días de la primer audiencia en el Inadi, (donde las ferroviarias estamos convocadas junto con la gerencia de recursos humanos y la conducción de La Fraternidad por la denuncia que presentamos por discriminación laboral en la tarea de conductoras) fuimos sorprendidas por una publicación de ese gremio convocando a la inscripción de “aspirantes/as” a la carrera de conducción. La noticia nos llenó de alegría y entusiasmo.

Rápidamente se difundieron por los grupos de WhatsApp y en las conversaciones que hicimos en los refrigerios con todas las ferroviarias. ¡Por primera vez en el país, uno de los sindicatos más antiguos permite la inscripción de mujeres!


Con emoción, pero con cautela, las “mujeres bonitas” del Sarmiento, que desde hace meses venimos bregando por el cupo en esa especialidad, -una de las mejores remuneradas en el escalafón ferroviario-, dimos un primer paso.

No hay dudas que una montaña de prejuicios machistas se empezó a mover después de meses que venimos batallando. Sin dudas, el camino va a estar lleno de maniobras. “Que solo se recibirán hijas de La Fraternidad; que deberán tener domicilio en General Pico; que van a empezar a trabajar en larga distancia y no las van a sacar nunca de ahí”, y todo tipo de corrillos han trascendido. Lo cierto es que ya se empieza a sentir el “perfume de mujer en las cabinas”.

A pocas horas de que la delegación ferroviaria se prepara para participar en el Encuentro Nacional de Mujeres, las compañeras no se confunden. Vamos al encuentro para compartir los logros que ya tenemos: las primeras jefas de trenes, las primeras electricistas y la posibilidad de acceder a todas las especialidades. Denunciando a la gerencia K que habla de inclusión, pero desprecia a las que peleamos por la igualdad laboral. Por ejem­plo, a las compañeras aspirantes a maquinistas no se les autorizó el permiso para poder viajar al Encuentro, cuando a los actos de Randazzo o de Scioli se dan licencias descaradamente.

No vamos a aflojar, vamos al encuentro de mujeres a pedir el apoyo de otras organizaciones gremiales y agrupaciones feministas para que organicemos juntas una marcha-escrache para el 26 de noviembre, día internacional contra la violencia a la mujer, si en la reunión del Inadi no hay respuesta a nuestro reclamo.

La lucha por la igualdad laboral es la lucha por la supervivencia de cientos de miles de mujeres y sus familias. En nuestro país ya casi el 60% de los hogares de trabajadores sobreviven con jefas de hogares. Las mujeres ferroviarias, pocas pero nos hacemos escuchar, sabemos que nuestra lucha es una más dentro de las de millones de mujeres que reclaman por la inclusión.

Del 40 % de los trabajadores en negro, el 60% somos mujeres, y 9 de cada 10 madres de más de 4 hijos solo puede ingresar a trabajar en tareas de limpieza doméstica.

Reclamamos trabajo en blanco y genuino, salarios y jubilaciones dignas acorde a la canasta familiar,. La única fórmula para terminar con la exclusión y la denigración a la mujer trabajadora. Fuente: Izquierda Socialista Por Mónica Schlotthauer y Soy Ferroviario

5 de agosto de 2015

Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?

Gremiales

Las trabajadoras de la Línea Sarmiento reclaman acceder al puesto de maquinistas, una ocupación en la que, hasta ahora, solo pueden desempeñarse los hombres.

Las trabajadoras ferroviarias de la Línea Sarmiento se movilizarán el 7 de agosto ante el sindicato de maquinistas La Fraternidad para reclamar la incorporación de mujeres a los cursos de formación de conductores que se iniciarán en marzo de 2016.


Las mujeres ya habían presentado pedidos formales a la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOFSE) el 17 de julio pero la empresa no emitió respuesta. El abogado que las representa, Claudio Leguiza, advirtió: “Si no nos contestan dirigiremos una carta a la Presidenta de la Nación, a la Cámara de Diputados y al Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI)”.

Horacio Caminos, vocero de La Fraternidad, desligó al sindicato de toda responsabilidad en declaraciones dijo: “Los gremios no son los que determinan la legislación, esta es una decisión del Estado Nacional”.

El reclamo emergió casi al mismo tiempo que la empresa Nuevos Ferrocarriles Argentinos publicara el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles, escrito por la periodista Luciana Peker y con prólogo de Florencio Randazzo, con el objetivo de “visibilizar a las mujeres”. “De alguna manera -señaló Peker- el libro potenció las discusiones y las reivindicaciones de las chicas para el cupo gremial y para entrar a La Fraternidad”. En contraposición con Caminos, la periodista afirma que las trabas para la incorporación de mujeres maquinistas las pone La Fraternidad. “De hecho -argumenta- Carla Giracca, la encargada de Relaciones Laborales de SOFSE, dice que quieren que entren las mujeres, pero el gremio no lo permite. Hay diferencias entre los gremios, es un impedimento de la vieja burocracia sindical.”

Los primeros pasos

La conducción de locomotoras es uno de los puestos mejor remunerados en el ámbito ferroviario: hasta mediados de 2014 el salario de maquinista oscilaba entre los 20.000 y los 22.000 pesos mensuales sin la deducción del Impuesto a las Ganancias, según declaraciones mediáticas de Omar Maturano, Secretario General del sindicato. Desde que se fundó La Fraternidad, en 1887, el puesto de conductor se transmitió de padres a hijos varones que cumplieran con los requerimientos: secundario completo, aprobación del examen psicotécnico y del curso de capacitación.


En la Línea Sarmiento, que sale de Once y recorre el oeste del conurbano bonaerense, trabajan 226 mujeres, según datos aportados por Nuevos Ferrocarriles Argentinos en el libro Mujeres Ferroviarias… Se desempeñan como banderilleras, guardas, administrativas, operadoras de estación, gerentes y en tareas de limpieza y boletería. Sin embargo, no está contemplado que ocupen puestos de señalero, conductor (motorman), pre-conductor, y guardabarrera, hasta el momento actividades únicamente desarrolladas por hombres.

Uno de los objetivos principales de la agrupación “Mujer Bonita es la que Lucha”, que pertenece al sector de la Unión Ferroviaria liderada por Rubén Darío “Pollo” Sobrero, es conseguir el cupo femenino en todos los puestos del sector ferroviario.

“Para ser conductora no se necesita fuerza física, lo puede hacer una mujer o un hombre, tenés que estudiar y saber mucho de señales y electricidad”, explicó Mayra Boni de 18 años, banderillera y postulante para pre-conductora.

A las nueve de la mañana del pasado 17 de julio  en los molinetes de la estación Once, las 21 chicas que aspiran a ser conductoras firmaron las solicitudes que después entregaron a SOFSE en las que exigen ser consideradas por la empresa para los cursos de pre-conductores. Las acompañaron otras veinte trabajadoras que, aunque no están interesadas en el puesto de motorwoman apoyan a las aspirantes y luchan por el cupo femenino en los trenes.

Mónica Schlotthauer, delegada ferroviaria de la Línea Sarmiento y diputada provincial electa por el Frente de Izquierda, dirigió la presentación de las notas ante SOFSE y dijo a sus compañeras: “Tenemos que instalar el debate que queremos mujeres conductoras y que es ilegal que el Estado no cumpla con la ley”.

A las diez de la mañana, el grupo de ferroviarias viajó en subte de Once a Retiro. En la esquina de Av. Libertador y Ramos Mejía, ubicación de la Operadora Ferroviaria, se encontraron con su abogado, Claudio Leguiza. Para entregar el petitorio, solo dejaron ingresar al edificio a una postulante y al abogado. “Quizás hoy no entremos nosotras, pero esto es para que entren nuestras hijas y nietas”, dijo Ayelén Godoy, postulante.

La empresa, que estaba al tanto de que las trabajadoras se acercarían, delegó la tarea de recibir las notas a la recepcionista que demoró más de media hora en hacerlo. Mientras el trámite se gestionaba en el cuarto piso, en la calle esperaba el grupo de ferroviarias con carteles que decían “Mujeres a la Conducción” y “No a la discriminación por género”.

La nota presentada y dirigida a Carla Giracca, encargada de Recursos Humanos de Trenes Argentinos, pide formalmente que se aplique y cumpla con la legislación vigente que garantiza los derechos laborales igualitarios entre trabajadoras y trabajadores, que se autorice a ingresar en los cursos de pre-conductores de trenes a las ferroviarias y que se les realicen los estudios médicos previos. Además, detalla las normativas antidiscriminatorias que las amparan, tanto en la Constitución Nacional como en la Ley de Contrato de Trabajo.

La nota emplazaba a la empresa a que dé una solución en 72 horas. Ante la falta de respuestas, las trabajadoras convocaron a la movilización del próximo 7 de agosto frente a La Fraternidad. “No es la Unión Ferroviaria contra La Fraternidad, hay un montón de chicas familiares de fraternos que quieren entrar. No es una cuestión gremial, el mundo avanza, las mujeres ocupan puestos que antes no ocupaban, por ejemplo nosotras ahora estamos en la barrera y antes ni se pensaba que una mujer esté en la calle, en los pasos a nivel”, advierte Ayelén Godoy, quien es además nieta de un fraternal jubilado.

El vocero de La Fraternidad, Caminos, explicó cuál es la posición del sindicato respecto de la profesión: “Los conductores actualmente ven a lo largo de su carrera profesional un promedio de 30 suicidios porque las vías no están cerradas como en otras partes del mundo y eso es responsabilidad de las empresas y del propio Estado. Hicimos un estudio con médicos, psiquiatras y sociólogos que determinó estrés post traumático en los conductores y eso les produce enfermedades que aparecen de forma tardía y pueden ser psíquicas o físicas. Esta es la única cuestión que nosotros tenemos respecto de una mujer frente a un tren”.

La delegada Schlotthauer se rebela frente a este planteo: “Primero nos decían que no nos da la cabeza para bancarnos los arrollamientos, ahora nos están diciendo que no es que no nos da la cabeza sino que ellos cuidan nuestra cabeza. Seguro que hay mil argumentos, pero ya están reconociendo que legalmente no pueden decir que no”.

“La agenda de género se construye desde abajo y a los codazos”

El miércoles 8 de julio en el Centro Cultural Kirchner la empresa Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria presentó el libro Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles. El libro, escrito por la periodista Luciana Peker reúne nueve entrevistas a trabajadoras del ferrocarril y da cuenta de las diferentes experiencias de vida, situaciones económicas y sociales que vivieron y de cómo el trabajo en el tren cambió sus vidas.

“El trabajo ferroviario -explica Peker- se hereda y quienes entran lo hacen por negociaciones de los sindicatos. Esto es algo que no está leído socialmente. Como la Unión Ferroviaria tiene otra perspectiva y, además, cuenta con la Comisión Mujer bonita es la que lucha hay una actitud activa para pedir el cupo femenino, una medida absolutamente legítima, valiosa y necesaria para operativizar el ingreso de mujeres. Este libro tiene que quedar viejo para que haya mujeres conductoras. En todas las entrevistas las chicas te contaban que querían conducir un tren”.

Peker señala que existe una discriminación aún mayor con aquellas mujeres que son madres: “Como dice Natalia Campos, una de las protagonistas del libro que trabaja como operadora de estación, el ferroviario cuando llega a su casa ya tiene todo resuelto y la ferroviaria cuando llega a su casa tiene todo por resolver”.

¿Qué casos destacarías?

En el libro está el testimonio de Carla Izaguirre que trabaja en el Centro de Atención al Pasajero en Once, que no tiene pareja, que mantiene a sus hijos y que sacó a la mamá de una situación de precariedad laboral. Por su rol de madre, le dicen que no ocupe ese lugar porque una madre puede tener más miedo, porque necesita llegar a su casa antes, etc. En un país con un 30% de mujeres jefas de hogar es importante que las madres puedan ocupar esos lugares porque tienen un rol económico en las familias para mantener a sus hijos.  Después está el caso de Mirta Leiva, que trabaja en boletería. Para mí fue muy importante porque muestra cómo con un trabajo digno se puede salir de la violencia de género. Mirta te cuenta cómo en la hiperinflación tuvo una pareja porque necesitaba comida. Ella tuvo que aguantar situaciones de violencia. Mirta trabajaba también limpiando casas,  que es una labor súper digna, pero esa situación de precarización absoluta no le permitía alquilar e irse, y la violencia de género no es que te cae un rayo del cielo y lo solucionás.  Después Mirta entró en el ferrocarril como tercerizada, pero por el sueldo que ganaba y por la precariedad de vida no le permitía una independencia económica a largo plazo y autonomía. Recién cuando entró en blanco y se pudo sentir segura es que recibió el último cachetazo, cerró la puerta de su casa y se fue a alquilar algo a donde pudo llevar a sus hijas. Esa independencia económica real, con un trabajo digno y bien pago, fue la que le permitió la libertad.

¿Cómo creés que incide en ámbitos laborales la toma de conciencia de la discriminación por género?

Visibilizar que los trabajos más jerárquicos y mejor pagos en los ferrocarriles sean solo para varones es mostrar la foto más clara de por qué las mujeres ganamos menos. La violencia laboral, la discriminación económica, la brecha salarial,  que es lo que yo llamo el “impuesto al género”, no es una agenda del movimiento de mujeres en Argentina, la tratamos muy pocas periodistas y la reclaman muy pocas gremialistas.

En el libro les preguntás a las ferroviarias: “Si una mujer puede ser Presidenta, ¿por qué no puede conducir un tren?” ¿Cuál es tu opinión?

Para mi tiene un alto valor simbólico esa pregunta, es muy fuerte que la conducción de un país esté en manos de una mujer por dos mandatos y que se vaya con una imagen positiva tan alta que está condicionando a la política argentina. Además estamos en una zona geográfica donde en Chile está Michelle Bachelet, en Brasil Dilma Rousseff, elegidas por dos mandatos. Los argentinos no tenemos conciencia de las dimensiones que tiene, de las reacciones que genera, del machismo que implica. En esta gestión se hicieron muchas cosas muy buenas pero, la verdad, es que la agenda de género no viene de arriba, no la pide la Presidenta, la agenda de género se construye desde abajo y a los codazos. Escrito por Órnela Rapallini // Fotos de: Andrés Wittib para Agencia de noticias Ciencias de Comunicación UBA. SoyFerroviario.com

Mujeres ferroviarias: la historia de la primera operadora del Tren de la Costa

Historia de vida

Aldana González tiene 35 años y es la primera operadora mujer del Tren de la Costa, que recorre Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre. Logró ocupar el puesto a fines de 2013, luego de obtener -con un 10- el mejor promedio para cubrir la vacante. Hasta entonces, trabajó nueve años en el área de limpieza del ferrocarril. Aunque está rodeada de varones, tanto en el trabajo como en su casa, asegura que no tiene problemas en la convivencia pero que, cuando tiene que hacerse escuchar, no se calla nada.


“A veces tienen un humor particular, medio machista. Pero tengo una relación de igual a igual con ellos, si tengo que discutir lo hago, o si algo me parece que está mal, se los digo”, asegura en diálogo con El Argentino Zona Norte. Su historia fue contada en un libro de reciente publicación sobre Mujeres Ferroviarias, impulsado por el Ministerio del Interior y Transporte (v

En el Tren de la Costa, las mujeres ya están presentes en todos lados. Incluso, la mayoría de las guardas son mujeres. Eso sí: la conducción sigue siendo exclusiva de los hombres, una barrera que ninguna mujer pudo atravesar en los servicios ferroviarios argentinos. “Los operadores están más acostumbrados a trabajar con mujeres, los que no lo están son los conductores y con ellos fue mi relación más difícil, porque les cuesta aceptar la orden de una mujer”, relata Aldana, quien terminó sus estudios para ser operadora al mismo tiempo que concluía el secundario.

“Me pasé noches enteras estudiando: a la mañana hacía el curso para ser operadora y por la noche cursaba en el CENS (Centro de Estudios de Nivel Secundario para Adultos) N°455 de Tigre”, cuenta. De las 25 personas que hicieron el curso, sólo siete quedaron seleccionadas para cubrir los puestos vacantes: ella fue la primera. “Fue un logro muy importante para mí, como persona y como mujer”, dice.

Aldana no viene de una familia de ferroviarios, un oficio que se acostumbra pasar de generación en generación. A diferencia de otras historias del libro, donde algunas mujeres siguieron los pasos de sus padres, fue ella quien contagió a los hombres de su familia el amor por los trenes. “Mi hijo mayor está trabajando hace un año en el Mitre, empezó en limpieza y ahora está en el área de control de boletos.

Ahora quiere ser operador, como yo”, cuenta sonriente. Y agrega que Gastón, su actual pareja, entró en febrero a trabajar en el área de material rodante del ferrocarril Urquiza, a pesar de que toda la vida se dedicó al rubro metalúrgico. “Está fogoneado por mí”, asegura y lo mira a él, sentado a su lado mientras habla con EAZN. “Me mato de risa cuando se para a mirar un tren y me comenta algo sobre los bogies, antes yo tenía que explicarle de qué hablaba cuando se los nombraba”.

Aldana y Gastón viven juntos en Troncos del Talar -Tigre- junto a los hijos que cada uno tuvo con sus parejas anteriores. “Yo tengo dos hijos, uno de 19 y otro de 9, y él tiene tres: dos varones de 13 y 9, y la más chiquita de 5. La única mujer que me hace compañía, ¡porque hasta el perro es varón!”, bromea. Ahora, dice, están buscando un hijo de los dos. Y quién sabe, tal vez, también sea ferroviario.

Damas sobre rieles, el libro

“Mujeres Ferroviarias, experiencias de vida sobre rieles”, es un libro que escribió la periodista Luciana Peker gracias al impulso de Paula Ferro, subgerenta de Relaciones con la Comunidad de Ferrocarriles Argentinos. “La intención era viralizar sus historias, hacerlas públicas y generar debate sobre los cargos donde todavía no tienen acceso, como la conducción de los trenes”, cuenta Peker. Y dice que gracias al libro se abrieron algunas puertas en la negociación con La Fraternidad, el gremio de los motorman.

Ni bien empecé a entrevistarlas me quedé maravillada: son mujeres con una pasión contagiosa, son mujeres conurbanas, reales, de pueblo, con mucha garra y pasión por los ferrocarriles. Y sus historias ponen de relieve que los derechos económicos, de autonomía económica, sacan a mujeres de lugares de opresión”.El Argentino

13 de julio de 2015

"Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles" un libro de Nuevos Ferrocarriles Argentinos

Evento Ferroviario

Redacción Crónica Ferroviaria

La empresa Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria informa que la presentación del libro “Mujeres Ferroviarias. Experiencias de vidas sobre rieles” se realizó el miércoles 8 de julio en el Centro Cultural Kirchner. Contó con la participación de artistas y periodistas de reconocida trayectoria, mujeres ferroviarias, autoridades de la Operadora Ferroviaria de Nuevos Ferrocarriles Argentinos y más de 120 personas que se acercaron a compartir el emotivo encuentro.

“Mujeres Ferroviarias. Experiencias de Vidas sobre Rieles” es fruto de una iniciativa de la Operadora Ferroviaria de Nuevos Ferrocarriles Argentinos que busca empoderar el rol de la mujer trabajadora en el ámbito ferroviario, un reconocimiento a su labor y un compromiso asumido por el Estado de profundizar las políticas de igualdad de oportunidades para que todas y todos tengan acceso a fuentes laborales genuinas.


Apasionadas, autónomas, soñadoras, comprometidas, libres y solidarias; la publicación reúne nueve entrevistas a trabajadoras del ferrocarril, sus experiencias de vidas, atravesadas por diversas situaciones económicas y sociales, conviviendo en un ámbito que es mayoritariamente masculino. La periodista Gisela Buseniche fue quien estuvo a cargo de la conducción del evento.

En un primer momento, en las voces de las actrices Celina Font, Julieta Otero y Marina Bellati, se interpretaron parte de esos relatos.  Luego, se llevó adelante un panel sobre las políticas de género en los Nuevos Ferrocarriles Argentinos en el que expusieron Julieta Rizzolo, Gerenta de Planificación y Control de Gestión, Paula Ferro, Subgerenta de Relaciones con la Comunidad, Cecilia Merchán, coordinadora del Comité Ejecutivo contra la trata de Jefatura de Gabinete de Ministros y Luciana Peker, periodista especialista en género y autora del libro. “Esta publicación es un reconocimiento a la lucha de las mujeres ferroviarias, en esta búsqueda de igualdad, en las condiciones de empleo que abre ramales y oportunidades, en una vuelta de página histórica y con la mirada puesta en un futuro mejor” expresó Julieta Rizzolo. 

Con la decisión del Gobierno Nacional de otorgar la gestión de los trenes al Estado, se asumió el compromiso de acortar la brecha de desigualdad de género en el acceso al trabajo con el propósito de transitar caminos más inclusivos en vistas a profundizar una política más equitativa y democrática. En 2012, una sola mujer había ingresado al trabajo ferroviario en la Línea Sarmiento. En 2014, con una mirada ya asentada en la gestión pública, ingresaron 146. Y, desde ese momento a la actualidad, ya son 226 quienes trabajan en ese servicio. Las cifras son contundentes: con el ingreso de la perspectiva pública aumentaron exponencialmente las oportunidades para las mujeres en la Línea Sarmiento.