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19 de mayo de 2023

Línea Mitre: Inauguraron nuevo paso bajo nivel en San Fernando

Actualidad

Redacción Crónica Ferroviaria

En el día de la fecha se llevó a cabo la inauguración del paso bajo nivel en cercanías de la estación San Fernando de la Línea Mitre. Seguramente, esta obra aumentará la fluidez del tránsito de vehículos, ciclistas, peatones y transporte público, brindando mayor seguridad vial, además de reducir la contaminación ambiental, sonora y la emisión de gases de los autos, colectivos, camiones y trenes.

En el evento, el ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, expresó: “Inauguramos un nuevo paso bajo nivel, otro lugar que une. Estamos muy contentos, porque este paso bajo nivel, que une a la ciudad de San Fernando y le da esa movilidad, se llama Campeones del Mundo. El intendente Andreotti decidió ponerle un nombre de un equipo, de un triunfo colectivo de ellos y de todos los argentinos y las argentinas. Este es el momento en donde podemos mostrar las cosas que desde el Ministerio del Transporte, desde los argentinos, se hacen realidad”.

Luego el ministro de Economía, Sergio Massa, declaró: “Hace 30 años, me contaba un vecino, por primera vez le prometieron este túnel. Y hoy lo estamos inaugurando. El símbolo de eliminar barreras y hacer pasos bajo nivel es el símbolo de eliminar obstáculos. El tren nos une y las barreras nos dividen. Tenemos que pensar a nuestra sociedad igual que pensamos nuestra conectividad. Vamos a seguir trabajando, pensando en el sueño colectivo de construir un San Fernando mejor, una provincia mejor y una Argentina mejor”

En tanto que el presidente de Trenes Argentinos Operaciones e Infraestructura, Martín Marinucci, manifestó: “Esta inauguración es un ejemplo del compromiso que asumimos desde el inicio de la gestión que es recuperar el sistema ferroviario para los argentinos y argentinas. Eso significa tener más trenes y más conectividad y por eso estamos construyendo 27 pasos bajo nivel en el AMBA, garantizando la circulación ferroviaria con mayor seguridad y uniendo a todos los vecinos y vecinas”.

Autoridades nacionales, municipales y ferroviarias en el momento de dejar inaugurada la obra del nuevo paso bajo nivel en San Fernando (Provincia de Buenos Aires)

Finalmente, el intendente Juan Andreotti dijo: “Es un día de alegría para toda la ciudad y nos sentimos orgullosos de esta inauguración. Quiero agradecer al Ministerio de Transporte que financió esto, a Sergio Massa por acompañarnos y a cada uno que puso su granito de arena para que esto sea posible. Esta obra, como los otros 7 túneles que inauguramos, nos da más tiempo, más seguridad, nos une y nos mejora la calidad de vida”.

Los trabajos, que contaron con una inversión superior a los 1.550 millones de pesos, incluyeron la construcción de dos carriles y una pasarela peatonal subterráneos, además de parquización, nueva Iluminación, nuevos senderos y elementos de seguridad sobre la vía. Además, en calles aledañas mediante el artista Maxi Bagnasco, el municipio pintó un mural con jugadores de la Selección Argentina campeona del mundo.

Vale recordar que dentro del Plan de Modernización del Transporte, el Gobierno Nacional a través de la cartera que dirige Diego Giuliano, está construyendo 28 paso bajo nivel en la provincia de Buenos Aires.

También estuvieron presentes la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau; la presidenta de Agua y Saneamiento Argentinos, Malena Galmarini; la diputada Nacional por el Frente de Todos, Alicia Aparicio; el vicepresidente de Trenes Argentinos Infraestructura, Rodrigo Álvarez; el presidente de Trenes Argentinos Capital Humano y FASE, Damián Contreras; el director Ejecutivo de la CNRT, José Arteaga; y la secretaria de Obras Públicas de San Fernando, Cecilia Tucat; entre otras autoridades.

14 de marzo de 2023

El cambio climático, la crisis energética y los ferrocarriles

Nota de Opinión

Por: Juan Quiñones (para ElDiario.com) 

Para remitirme al título  de este artículo, debo decir que la explotación sin límite de los recursos naturales por la emisión de gases de efecto invernadero y la crisis energética por la escasez de petróleo han colocado al transporte ferroviario cómo el único medio capaz de hacer un uso más eficiente de los combustibles fósiles, que nos permiten el autoabastecimiento, la reducción de la emisión de gases que producen el calentamiento global y sus consecuencias de sequías e inundaciones, fenómenos que ponen en serio riesgo la vida en el planeta.

El año pasado, el Gobierno nacional tuvo que importar 5.000 millones de dólares en combustibles, erogación  que se hubiese podido ahorrar con los  ferrocarriles funcionando a pleno. Pero hoy no tenemos el sistema ferroviario en las condiciones necesarias y fue necesario gastar recursos siempre escasos y necesarios para generar más producción y trabajo.

La red ferroviaria argentina, que llegó a tener 44.000 kilómetros de vías, hoy tiene activos escasos 18.700 kilómetros, incluyendo las vías de los trenes urbanos.

Y la carga anual transportada circula por una longitud menor a los 3.000 Kilómetros, lo que expresa claramente que la mayoría de las provincias no tienen fletes que le permitan competir con su producción, ni en el mercado externo ni en el interno.

El año pasado, los ferrocarriles solamente transportaron 4,4% de toneladas y un 6,3% de toneladas/kilómetros, dada su ausencia en muchas zonas productivas demandantes del transporte de cargas, y todo ello,  pese al aumento de la producción de granos, que pasó de 20 millones de toneladas en los 60 a 140 millones de toneladas en la actualidad, al tiempo que las exportaciones agroindustriales pasaron de 7 millones de toneladas a 90 millones de toneladas en el mismo período (siendo la principal entrada de recursos al país).

Como se recordará, la destrucción de los ferrocarriles en Argentina se justificó por su “déficit”. Se adujo que el mismo tenía origen en que el ferrocarril pagaba los gastos por mantenimiento de vías, mientras que el transporte automotor no pagaba por el mantenimiento de rutas y solo pagaba los de movilidad.  Ese “déficit” fue usado para aplicar planes sistemáticos de destrucción como el Plan Larkin del Banco Mundial y otros como el Plan de Mediano Plazo, que se aplicó en los años 68 y 69, la vinculada al Segundo Plan de Mediano Plazo, al final de los 70, y el de Carlos Menem en los 90. Así llegaron a  la destrucción de una empresa con un patrimonio de más de 38.000 millones de dólares.

Supuestamente, sin ferrocarriles se eliminaba el “déficit”. Entonces, ¿por qué hoy tenemos que hablar de las pérdidas que tiene el país por no tener ferrocarriles?  ¿Quién hizo mal las cuentas? A los caminos y al mantenimiento de rutas también los pagaba el Estado, de manera que para hacer un cálculo de los costos reales del transporte se debieron tener en cuenta, aunque las empresas privadas no lo pagaran (o, en su defecto, quitar los costos que tenían los ferrocarriles por este mismo rubro).

En corta y media distancia, el medio automotor es insustituible, como lo es el ferrocarril en largas distancias superiores a los 300 kilómetros. En otras palabras, el cálculo que no se hizo fue el del costo del medio de transporte sustituto del ferrocarril. Es allí donde surge la pérdida que tiene el país, por no tener ferrocarriles.

Con ferrocarriles, los fletes para la producción exportable serían cuatro veces más baratos para los productos agroindustriales, esto significaría para el productor agropecuario una reducción equivalente al 5% de las retenciones; y en los productos de consumo interno, una reducción de los fletes promedio del 30% para combatir la inflación por la dolarización de la economía.

Con ferrocarriles, la integración territorial y el desarrollo de las economías locales y regionales crecería rápidamente, con trabajo mejor remunerado. Y el beneficio público que deja el ferrocarril por una mayor actividad económica crearía un círculo virtuoso entre el capital y el trabajo y un futuro mejor para todos los Argentinos.  

*Licenciatura en Desarrollo Local y Regional por la Universidad Nacional de Villa María.

5 de junio de 2021

El tren, el transporte más amigable con el planeta

Actualidad

En la actualidad, en Argentina, el 82% del transporte se hace mediante camiones, el 10% en tren y el resto por vías fluviales. Es momento de cambiar.

Todos los estudios evidencian que el ferrocarril es el medio de transporte con menor impacto medioambiental y seguro, sobre todo si lo comparamos con la ruta.

El efecto invernadero de las emisiones de gas por kilómetro en el transporte por ferrocarril es 80% inferior al carretero.

En algunos países, menos que 3% de todo el transporte de las emisiones de gases provienen de los trenes. Los únicos métodos más amigables con el ambiente que los trenes es el ciclismo y caminar.

En la actualidad, en Argentina, el 82% del transporte se hace mediante camiones, el 10% en tren y el resto por vías fluviales. Todo esto pese a que las distancias de los sitios de producción a los de consumo o de exportación son extensas o muy extensas.

Después de décadas de políticas de achique de la extensa red ferroviaria que privilegiaba a Argentina, pareciera que hay una toma de conciencia sobre la conveniencia de cubrir las grandes distancias con trenes y las cortas con camiones. Esto avalado hasta por la propia organización de los transportistas de cargas por camión.

El punto de inflexión parece que ha sido la toma de conciencia de que los fletes tienen una incidencia demasiado alta en los precios de los productos, atentando en muchos casos con las posibilidades de acceder a los centros masivos de consumo o a la exportación.

Existen zonas de la Argentina que sólo pueden ser competitivas desarrollando el transporte ferroviario, como el norte del país.

Si bien es aún lenta, pareciera que el Estado ha tomado el tema y se han comenzado a recuperar los transportes ferroviarios de carga, especialmente con el Belgrano.

Resta planificar una logística de complementación entre Ferrocarril y camión para distancias largas y cortas y hacer un mix de costos y eficiencias que favorezca a la producción, al consumo y a la exportación.

Tren y exportación

Bahía Blanca cuenta con un Puerto de excelencia y un Ferrocarril estratégico para acercar la carga a este Puerto, Ferroexpreso Pampeano. Las cifras muestran esta realidad.

El primer trimestre 2021 cerró con resultados positivos para el transporte ferroviario en el puerto de Ingeniero White.

Este año tuvo un contexto muy particular donde estuvieron paralizados tanto los puertos como las exportaciones de granos por más de 30 días y en plena cosecha de trigo y cebada, debido al desencadenamiento de un conflicto gremial en las terminales portuarias, vinculado a las agroexportaciones que planteó un escenario muy complejo para toda la cadena logística integrada por contratistas rurales, productores agrícolas, transportes camioneros y férreos, acopios, puertos y empresas marítimas.

Luego de la incertidumbre que generó la parálisis total del sistema, fue que en el período posterior a la misma el ferrocarril se constituyó, a través de Ferroexpreso Pampeano S.A, en una pieza fundamental de la logística portuaria.

Esto fue incrementando el transporte en el trimestre enero-marzo y particularmente en el periodo comprendido entre el 20 de enero y el 10 de febrero, dónde se constituyó en el principal medio para el traslado de granos a los puertos de Bahía Blanca superando el 60% de participación.  Esto fue debido a que habiendo finalizado el conflicto agroexportador, un reclamo de transportistas autoconvocados bloqueó la entrada de camiones a los puertos.  Este nivel de participación del ferrocarril casi duplicó los valores históricos,  que oscilan entre un 30 y 33% sobre el total arribado entre camiones y trenes.

En efecto en este período (20 enero-10 febrero) Ferroexpreso Pampeano S.A llevó a los puertos de Bahía Blanca 223.000 toneladas de granos que contribuyeron a embarcar en tiempo las 365.000 tns de productos agrícolas, permitiendo de esta manera al ingreso sin dilación de divisas a nuestro país por más de 50 millones de USD, que adquieren aún más relevancia en estos especiales momentos por los que atraviesa la economía en tiempos de pandemia.  

La carga ferroviaria (FEPSA) total del trimestre enero–marzo en puertos de Ingeniero White fue de  755.000 toneladas, si bien este número estuvo claramente influido por la detención previa de actividades del mes de diciembre/enero, es uno de los mejores estándares de los últimos años para el mismo periodo.ElDía.com

5 de febrero de 2018

La ola verde llegó al transporte de cargas

Actualidad

Muchas empresas ya han detectado maneras por las que pueden reducir la emisión de gases de efecto invernadero que genera su actividad, bajando costos mientras aportan a la conservación del medio ambiente

Es cada vez más evidente que el clima está cambiando en forma acelerada y dramática", dice Juan Pablo Olsson, coordinador de 350.Org para América Latina, quien señala como un avance ejemplar la decisión del alcalde de Nueva York, Bill De Blasio: "La ciudad ha demandado a cinco grandes petroleras por mil millones de dólares para reparar daños ocasionados por la suba de más de un metro del nivel del mar y las tormentas por efecto del calentamiento global".

En este escenario, muchas empresas ya han detectado maneras por las que pueden reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) que genera su actividad, también denominada "huella de carbono" (HC), como un aporte para contribuir a la mitigación del cambio climático, con el atractivo adicional de la reducción de costos y las oportunidades de negocios que van de la mano. "Esta necesidad de cambio tiene diferentes niveles de madurez alrededor del mundo y cada vez más es una exigencia para acceder a determinados mercados", observan en el Centro de Logística y Sostenibilidad (CLYS), un grupo que trabaja para mejorar la sustentabilidad de las cadenas de abastecimiento.


El transporte de cargas es uno de los sectores económicos que más GEI liberan a la atmósfera, y un relevamiento hecho en las tres modalidades más usadas en la Argentina muestra que firmas de todo tipo han comenzado a abordar el tema. Aunque las iniciativas son muy recientes, hay pymes locales que ya han logrado resultados muy positivos.

Ahorro, responsabilidad social y regulaciones

En general, en todas las modalidades se busca primero medir, para conocer la situación inicial, y luego reducir el consumo del combustible fósil, lo que se traduce en ahorro. "La trazabilidad de las emisiones es una exigencia que viene en aumento y que podría incrementarse si se continúan utilizando bonos de carbono; por eso es recomendable, independientemente de la exigencia local, comenzar a adaptar el sistema de gestión", recomiendan en el CLYS.

En ciertos casos particulares hay medidas adicionales que no tienen que ver con un beneficio económico directo, sino que se adoptan por responsabilidad social (propia o de los clientes, que elevan los requerimientos a su cadena de valor) o por la presión regulatoria. Un ejemplo de ello es el grupo Jan de Nul, responsable del mantenimiento de los canales de navegación por los que circula la mayor parte del transporte por agua de la Argentina.

"Algunos constructores de buques consideran el GNL el combustible del futuro porque no emite partículas finas que provocan polución del aire", dice Bob Michta, de la filial en Buenos Aires de Jan de Nul; sin embargo, "tras una larga evaluación dentro de nuestra empresa decidimos que GNL no es la solución porque tanto en la producción como en su cadena logística hay mucha pérdida de metano, que es un gas invernadero 84 veces más potente que el CO2 responsable del 25% del calentamiento global. También tiene otros inconvenientes. Para solucionar el problema de las partículas finas y CO que tiene el gasoil, nuestra empresa desarrolló un sistema de filtros reutilizables que es único. De esta manera superamos la norma más estricta que existe por el momento para navegación fluvial, que es la EURO V ", concluye Michta.

En la reconversión sostenible del transporte marítimo se juega gran parte del reto, porque es el modo más utilizado en el comercio internacional. Entre las medidas adoptadas por Evergreen se encuentra un software de navegación instalado en todos sus buques que optimiza el plan de viaje en función de la meteorología y la distribución de la carga. También han reducido la velocidad y minimizado el agua de lastre, logrando así eficiencia energética.

En Maersk aplican prácticas similares, pero destacan la importancia de involucrar a sus clientes. Los Pactos de Carbono son alianzas de sostenibilidad plurianuales donde Maersk Line se compromete con un objetivo de CO2 específicamente adaptado al negocio de cada cliente. En 2016, firmaron su primer Pacto de Carbono: un acuerdo con Huawei Technologies, estableciendo el compromiso para reducir las emisiones de CO2 de Huawei por contenedor transportado con Maersk Line en un 18% de 2016 a 2020.

"Desde 2015 Maersk Line tiene un pacto de sostenibilidad con la empresa argentina Newsan", informa María Laura Filippello, country representative para la Argentina y Paraguay: "El pacto busca reducir las emisiones de CO2 por contenedor trasladado con Maersk Line en un 8% desde 2016 hasta 2020".

A pequeña escala

En el otro extremo del sector, en cuanto a la escala de operación, se encuentran pymes argentinas de transporte por camión que, con el ingenio y la flexibilidad como principales herramientas, han aplicado mejoras que ya están generando ventajas competitivas.

El primer paso fue el cálculo de la HC al inicio del programa, como línea de base. "Utilizamos el Manual de Cálculo de HC para Transporte de Mercancías por Carretera emitido hace unos años por el Observatorio de Sostenibilidad de España", dice Ernesto Tentori, jefe del sistema de gestión integrado de Zarcam, mientras que en Expressbeer adoptaron el método del GLEC (Global Logistics Emission Council), "aggiornado a la realidad de nuestro país por los especialistas del Centro de Logística y Sustentabilidad; permite obtener una estimación de las toneladas de CO2 generadas a partir de los litros de combustible consumidos, carga transportada y distancia", explica Hugo Portillo, gerente de calidad y procesos de la firma.

"A partir de que logramos parámetros de referencia de emisiones, pudimos identificar no solo las unidades que producían mayor contaminación (y realizar el mantenimiento o reparaciones necesarias), sino también evaluar la efectividad de distintas innovaciones o mejoras para disminuir el consumo, como mantenimientos preventivos más frecuentes, mejoras en la aerodinamia de las unidades (deflectores), limitación electrónica de la velocidad, y capacitación de choferes en conducción económica", enumera Portillo.

Zarcam contó con el apoyo de Mercedes Benz para dar capacitación a sus conductores sobre manejo seguro y sustentable e implementó políticas de motivación para los choferes, donde se incluyen muchos temas de consumo de combustible y seguridad vial.

Ambos transportistas comprobaron resultados positivos enseguida: el consumo de combustible disminuyó entre 7 y 8% en promedio y el principal costo que tuvieron que asumir fue la colocación de los deflectores, a un costo de alrededor de $18.000 aproximadamente por unidad, que Expressbeer recuperó en menos de 3 meses, y por sí solo generó un ahorro de combustible entre 6 y 7%. La capacitación de choferes aportó el 1% restante.

"Limitar la velocidad de los camiones tiene un costo de $1100, también por unidad", cuenta Portillo. "Luego, en el caso de los camiones en los que detectamos desvíos en consumo por cuestiones de inyección, tuvieron que ser reparados a un costo de entre $40.000 y $ 60.000 según el caso".

La contribución a la protección del ambiente va asociada a la eficiencia: A.P.Moeller-Maersk logró un 25% de reducción de CO2 desde 2010, y 42% desde 2007 considerando sólo Maersk Line, con la expectativa de alcanzar el 60% de reducción para 2020. Las reducciones en el transporte automotor, aunque son más modestas, son muy importantes ya que, según precisa Olsson "el transporte de mercancía por carretera es responsable de más del 60% de las emisiones".

En la aerolínea Latam, por su parte, informan una disminución del 27% de emisiones de 2012 a 2016. Para el cálculo, esta compañía se basa en la norma ISO 14.064, el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) desarrollado por el World Resources Institute (WRI) y el World Business Council for Sustainable Development (Wbcsd) y la Guía del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

La meta de Latam es aumentar la eficiencia en uso de combustible un 1,5% anual hasta 2020. Para ello su programa Fuel Eficiency consta de más de 20 acciones; el consumo promedio del grupo es un 8,3% inferior al promedio registrado por la IATA, organización que propuso para el sector en alcanzar el crecimiento "carbono-neutro" en 2020, y para 2050 reducir a la mitad la HC medida en 2005.

Beneficios de la sostenibilidad

Además del beneficio económico inmediato, las empresas dan testimonio de cómo la gestión de la sostenibilidad pone en marcha un círculo virtuoso. "Haber generado conciencia de este concepto disparó además otros beneficios: una notable baja en siniestros viales, y de roturas por uso indebido", dice el gerente de calidad de Expressbeer.

Entre los dadores de carga, el buen desempeño ambiental de Latam es un criterio diferencial en el proceso de contratación, mientras que en Zarcam ya ven que el mercado comienza a reconocer los esfuerzos: "Hoy día, el cliente Nº 1 nos está solicitando por contrato el cálculo de la HC asociada al servicio que le brindamos", cuenta Tentori.

Es importante advertir que las mejoras están al alcance de todo tipo de empresa y pueden comenzar sin necesidad de grandes inversiones: en el CLYS consideran que "la mayoría de las organizaciones pueden lograr excelentes resultados en la reducción de emisiones y en otras áreas de la sustentabilidad trabajando sobre los procedimientos y en la planificación de las actividades".Alejandro Vicchi para DiarioLaNación.com