21 de febrero de 2017

España: Infracción “muy grave” de Renfe al recurrir ilegalmente a subcontratados para trabajos propios

Exterior

Un documento de la Inspección de Trabajo sellado el pasado 6 de febrero a raíz de una visita de los inspectores al taller de mantenimiento de Renfe Material Motor de Santander pone en evidencia al operador ferroviario: la Inspección, en el duro informe, concluye que se estaba produciendo una “cesión ilegal” de trabajadores de una empresa privada, quienes suplían las labores del personal de Renfe. El documento tipifica el hecho como “infracción muy grave” y establece una sanción “en grado máximo en atención a la negligencia e intencionalidad del sujeto infractor”.


La firma privada afectada es Transervi, filial de Transfesa. Hace dos años, en diciembre de 2014, otra inspección concluyó de forma idéntica en otro caso con la misma empresa, Transervi, en los Talleres de Fabricación y Mantenimiento de Renfe en León. Aquella situación fue denunciada por los sindicatos y terminó con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León de diciembre de 2016 que confirmó que la cesión era ilegal, obligando además a la empresa a readmitir a los denunciantes, que habían sido despedidos por querellarse. El Independiente ha tenido acceso a los dos partes del Ministerio de Empleo, así como a todos los fallos judiciales.

Si en León había 25 trabajadores de Transervi afectados por la “cesión ilegal”, en Santander la inspección limita a dos los operarios perjudicados, M. G. R. y D. C. C. Los dos tienen contratos temporales firmados con la empresa subcontratada. Según Trabajo, la visita tuvo lugar el pasado 14 de diciembre “al objeto de conocer el centro, los trabajos, tareas, condiciones de ocupación, organización y demás condiciones laborales de los dos trabajadores”. Los operarios de Transervi están en una “gran nave rectangular” y se detalla cómo reciben directamente órdenes de jefes intermedios de Renfe. A uno de ellos “un mecánico de Renfe le asigna la tarea de cada jornada y le supervisa y controla”.

“La organización aplicada a los dos trabajadores de Transervi en el taller de mantenimiento de Renfe queda integrada sin diferenciación alguna en las operaciones” del operador ferroviario, se lee más adelante. “Sin intervención de encargados o agentes de Transervi”, quedando ambos “bajo las órdenes de los mandos de Renfe”.

En el documento queda claro que se suplen ilegalmente labores que debieran pertenecer a Renfe, como la elaboración de fichas de inspección de cada intervención programada en las ruedas de las unidades motoras, por citar un ejemplo que aparece en el texto. Uno de los operarios de Transervi se encarga de ello “sin que haya otro trabajador de Renfe que realice esta tarea”. El informe precisa que antes esta labor la hacían un oficial principal y un visitador, los dos jubilados de Renfe.

La integración de los operarios de la firma subcontratada en la compañía pública era total. Tal es así, que los partes de trabajo, incidencias por bajas o permiso “se hacen por el jefe del taller, quien los pasa a la oficina de administración de Renfe”. Los horarios de entrada y salida y los descansos de todos coinciden. Solo difiere el sueldo. Cuando alguno de los dos se cogía vacaciones, era sustituido por el jefe del taller de Renfe, ya que la tarea requiere formación previa. “Únicamente las prendas de trabajo con anagrama son de Transervi”.

“El jefe del taller J. M. L. C. y los empleados de Renfe, preguntados el día de la visita de la inspección, dijeron que no conocían” a los superiores de Transervi, teóricos jefes de los dos trabajadores e intermediarios supuestos entre estos y Renfe. “La conclusión de los hechos es que los trabajos realizados por trabajadores de Transervi se encuadran dentro de la actividad propia ordinaria y normal de Renfe, anteriormente Feve”, sentencia el parte de la Inspección. “La contrata de servicios de la empresa de transporte enmascara la mera cesión de los trabajadores, y los dos contratos de obra o servicio constituyen “un fraude de ley”.

El informe de Trabajo evoca el idéntico caso de León en 2014, con 25 operarios envueltos en otra “cesión ilegal” por parte de la misma empresa, Transervi. Párrafos enteros del informe de aquella inspección coinciden milimétricamente con los de la reciente visita del ministerio a Santander. El parte asegura que los 25 realizaban actividades y laborales correspondientes al personal de Renfe como “trabajos de soldadura, revisión de piezas o pintura de vagones”. Muchos de aquellos trabajadores fueron despedidos tras denunciar y acabaron en los tribunales. Dos años después de aquella visita de los inspectores, Renfe, que no ha dado explicaciones preguntada por este medio, vuelve a reincidir.ElIndependiente.com

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