5 de agosto de 2012

CASO FERREYRA: ANTES DEL JUICIO, SU HERMANO PIDIÓ QUE SE CONDENE A PEDRAZA


GREMIALES

Pablo Ferreyra dialogó con Infobae.com y reiteró el pedido de Justicia por la muerte del militante del Partido Obrero, ocurrida en 2010. Sus compañeros realizarán una vigilia frente a los tribunales de Comodoro Py

Mañana, desde las 8, en los Tribunales de Comodoro Py, comenzará el juicio oral que sentará en el banquillo de los acusados al dirigente gremial ferroviario José Pedraza, detenido como supuesto “instigador” del ataque que el 20 de octubre de 2010, en el barrio porteño de Barracas, terminó con la vida de Mariano Ferreyra, de 23 años. 

Esa tarde, el joven acompañó junto a otros militantes del Partido Obrero el reclamo de un grupo de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca que exigían el pase a planta permanente, pero, inesperadamente, una patota de la Unión Ferroviaria (UF) arremetió contra los manifestantes y disparó contra ellos. Ferreyra recibió un disparo en el pecho y murió, mientras que otros tres compañeros -Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos- resultaron heridos.

Infobae.com dialogó con Pablo Ferreyra, hermano de la víctima fatal y querellante en la causa, quien consideró que el crimen "desnudó el estado calamitoso en que se encuentran los trabajadores argentinos". 

Mariano Ferreyra


Pablo estima que la causa debería funcionar "de manera reflexiva" sobre el papel del sindicalismo empresario, la cuestión del modelo sindical, el trabajo precarizado, la complicidad entre barrabravas y el poder sindical o político.

Pero más allá del pedido de justicia, Pablo Ferreyra se propuso trabajar junto al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en una campaña que pretende eliminar prácticas laborales que van en detrimento de las condiciones básicas del trabajador, como es la tercerización.

“Con el CELS siento que encontré la posibilidad de darle un sentido a la muerte de Mariano. Y ver qué podemos hacer para que esto no vuelva a pasar.”

Al igual que Mariano, Pablo fue militante del Partido Obrero, pero se apartó mucho antes de la muerte de su hermano. Si bien se define a sí mismo como un hombre de izquierda, no lleva ninguna bandera política. Aunque hoy se siente más afín al oficialismo. “Yo pienso que la posibilidad de discutir tanto lo que sucedió con Mariano como si es posible acabar con ciertas formas de precarización laboral, se van a dar en el marco histórico que propone este gobierno, y no fuera. Ahí es donde está mi aprobación del kirchnerismo”, explica. Y destaca el papel del ex presidente Néstor Kirchner en el avance de la causa.

“El Estado en este caso ha actuado de manera muy rápida para resolver el crimen. Más allá de que haya sido la Justicia, el gobierno nunca se interpuso. De hecho, uno de los testigos claves lo aportó Kirchner. Se trata de un testigo de identidad reservada, un quebrado de la patota que confiesa algunas cosas y es fundamental para la causa”, contó a este medio.

El caso también derivó en una denuncia por coimas, con la presunta complicidad del sistema judicial, en la que se intenta probar que José Pedraza quiso influir con dinero para que derive en un tribunal afín.

“La causa tuvo muchos elementos en el medio como la detención de Pedraza, la denuncia de coimas, escuchas, un perito que quiso arruinar parte de la prueba.  Pero a pesar de todas las adversidades planteadas por la Unión Ferroviaria y por Pedraza, avanzó", considera el mayor de los hermanos Ferreyra.

"Eso te demuestra que es posible que la Justicia prospere en este país. Más allá de los obstáculos que fuimos sorteando llegamos enteros, con una hipótesis muy fuerte. Sabemos que Pedraza armó esta patota para aleccionar a un sector de los trabajadores tercerizados y demostrar así que no iba a permitir poner en peligro todos sus negociados”, señaló Pablo.

Las dificultades son muchas porque en el momento del hecho, la Policía Federal no actuó debidamente según la denuncia, cuestión que forma parte de la causa judicial.

No haber filmado momentos claves del ataque, comunicaciones que se hicieron por un telecomunicador que no deja nada registrado, no identificar ni detener a los agresores, no ser efectivos en la atención de los heridos, no ser un número suficiente para separar a dos facciones, entre otros elementos, son, según Ferreyra, pruebas suficientes para acusar cierta complicidad de la fuerza de seguridad en el ataque.

Pablo calcula que habrá casi 400 testigos para declarar en el juicio. Sus testimonios serán la clave para demostrar que la trayectoria de las balas coincide con la del proyectil que mató a Mariano. "No fue solamente querer asustar sino que hubo una intención de dañar y herir", consideró.

"Todos estos elementos nos tienen que demostrar a nosotros que hubo un plan coordinado, instigado por Pedraza, aceptado por Pablo Díaz que estaba en el lugar, ejecutado por estos tipos y arreglado de alguna manera en el lugar con la policía que estaba ahí para que no intervenga", sostuvo. Y añadió: "Si se demuestra la responsabilidad de Pedraza tiene que haber perpetua. Y claramente estoy seguro de que hubo zona liberada. ".

Ferreyra confía en la justicia por lo demostrado hasta ahora, sobre todo luego de la detención de Pedraza, algo que consideraba "muy lejano". Sin embargo, aún conserva ciertos temores: "Me gustaría que el poder no beneficie a Pedraza ni al resto de los responsables. Por suerte la Justicia siempre se mantuvo independiente".

"Pretendo que se entienda que se está juzgando a un tipo que fue el paradigma del sindicalismo empresario de los 90, condenarlo sería ejemplificador para cualquier tipo de esquema similar. Una forma de hacer sindicalismo que ojala haya tocado su techo con esto", concluyó. InfoBae

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