3 de junio de 2012

COMO EL AVE FÉNIX


CARTAS DE LECTORES

Aunque el tiempo ha pasado, creo que lo que transcribo, una nota publicada en su oportunidad en un diario de la ciudad de Concordia, en una gacetilla de la UF y otros periódicos, mantiene intacto el amor por el ferrocarril que es lo que más me lleva a solicitar sea inclída en esta sección (Cartas de Lectores). En aquellos días, en que  ví la nota, logré contactarme con la autora vía telefónica.

Esto se remonta a una huelga en el Ferrocarril General Urquiza, en ese entonces definido como Mesopotámico, en el año 1999, en que los pueblos se han solidarizado con ella, en este caso en la ciudad de Concordia, y una vecina decía así:

¡COMO EL AVE FÉNIX... DE ENTRE LAS CENIZAS!

Así me gustaría verte resurgir querido Ferrocarril Nacional Urquiza.

Sintiendo, como actual docente nacional jubilada, la voz de mi conciencia, señora de tantas y tantas cosas y como católica, la de mis pastores monseñor Hector Cardelli y Rvdo. Andres Servín, mis pasos me hicieron llegar a las vías del ferrocarril y calle Entre Ríos, en la zona sur de Concordia.

Fue en esa tardecita del lunes 22 de noviembre ppdo. (1999). Ni mis ojos ni mi corazón podían  creer tanta ignominia: compatriotas míos, hombres de trabajo acompañados de sus esposas y de sus hijos estaban allí firmes, resistiendo codo a codo, sufrientes, soportando todo lo que significa un brutal avasallamiento y despojo en su justo deseo de mantener la fuente que le permita seguir siendo él, el sustento diario de su hogar. Era como asistir al funeral de nuestro tan útil, tan inolvidable ferrocarril de la Mesopotámia. El llanto me quebró, no pude con mis lágrimas.

Yo, que había llegado hasta allí para acercar mi palabra de aliento y mi apoyo material a tanto padecer  argentino, me ví de pronto superada en mis fuerzas y lloré. Y en ese llanto simplón y sentido, me noté absolutamente impotente:  sólo veía ante mi la triste realidad de tener que aceptar tan absurda situación de injusticia. ¡Cuánto dolor había en esa gente!

No tengo en mi familia ningún ferroviario, ni lo he tenido, pero me sentí infinitamente ligada a ellos porque también yo, como estoy segura muchos de los que habitamos esta querida Concordia, acuñamos durísimos recuerdos hamacados al transitar de un tren, con su característico silbato anunciando su llegada a destino y su señorial deslizarse por las sólidas vías que le marcaban su rumbo.

En  esa tardecita miraba todo lo que sucedía a mi alrededor, mientras se agolpaban en mi memoria las cosas tan lindas que viví en aquel año 1959 inolvidable cuando, siendo por entonces una joven y modesta maestrita rural, iba los lunes desde Concordia a Federal en tren, "el colorido coche motor de las maestras", y desde allí, en sulky, hasta la colonia "La Marta", Distrito Diego López, en cuya Escuela nacional Nº 163 me desempeñaba como docente con tres grados a mi cargo en forma simultanea, haciendo los viernes el camino de regreso al hogar de mis padres, mi en hogar en Concordia, para vivir en familia el fin de semana.

¡Qué tiempos duros, pero a la vez qué felices! Y vos, querido tren del Ferrocarril Nacional General Urquiza, eras fiel testigo y hasta cómplice de tanta cosa preciosa y de recuerdos hermosos que hoy arreo con honda emoción.

¡Cuánta pena me da que te arranquen de nosotros y que no sigamos siendo los argentinos tus orgullosos y merecidos dueños!

Quiero pensar que la cordura y buena voluntad de nuestros hombres harán que vuelvas a existir siendo airoso Ferrocarril Nacional general Urquiza que ayer fuiste.

Late mi corazón de argentina acurrucado en ese deseo.

¡Fuerza, ferroviarios! ¡A no aflojar, compatriotas! Y ¡empuje y sensibilidad en ustedes, señores Gobernantes, para obsequiarnos a nosotros, simples ciudadanos argentinos, la dicha de ver que "el río no ha salido de su cauce", de ese cauce del que, para bien de nuestra Patria, nunca debería haber salido!

Es un sueño que acaricio y que ojalá pronto se convierta en realidad.". Saludos
María Rosario Echeverría

Saluda cordialmente
Aníbal Horarcio
lu8lw@hotmail.com                                                                                                         

1 comentario:

  1. Quise transcribir esta Nota, que aunque han pasado ya varios años, mantiene absoluta vigencia y vuelca tanto sentimiento, máxime cuando proviene de alguien que nunca fue y tampoco tuvo o tiene familiares ferroviarios, tal como dice en una parte.
    Debo confesar que varias veces en que ha querido leerla en voz alta, en alguna parte siempre me he quebrado.
    Bonutti

    ResponderEliminar

Usted podrá dar su opinión libremente, pero aquellos comentarios que vengan con insultos, improperios, etc. y sin colocar nombre y apellido, nombre y/o pseudónimo (debajo del mismo) no serán publicados.