Entre las 09:00 y las 12:00 de hoy, el Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime) probará la posibilidad de poner de nuevo en marcha las antiguas máquinas a vapor de los talleres ferroviarios de Sapucái a fin de mostrar a la gente los avances de las tareas de restauración que se realizan en el lugar desde el mes pasado, sin costo alguno para el Estado ni para Fepasa.
En principio, el Centro de Industriales ha invitado a las principales autoridades locales y del departamento de Paraguarí, así como a empresarios de las industrias más cercanas a Sapucái y “de forma especial a los asociados de nuestro gremio”, manifestó ayer a nuestro diario el presidente del Cime, Ramiro Vargas Peña.
Pieza fundamental del sistema que, a través de poleas y un eje central, transmite a todo el taller ferroviario de Sapucái la fuerza generada por el vapor de un total de tres calderas.
El dirigente empresarial extendió la invitación a todos los pobladores de la localidad en la que están enclavados estos antiguos talleres y explicó que el gremio ha organizado este acontecimiento para, de alguna forma, rendir cuentas a los miembros del Cime que ya están colaborando con el trabajo de restauración y también para tratar de entusiasmar a aquellos que todavía no están muy decididos a acercar su aporte.
La responsabilidad de poner de nuevo a punto las instalaciones del antiguo Ferrocarril Central Pdte. Carlos A. López había sido asumida hace más de dos meses por la directiva del Cime, pero sus directivos debieron esperar hasta el mes pasado para iniciar las tareas, pues primero tenían que llenar los requisitos exigidos por la Dirección de Patrimonio de la Secretaría Nacional de Cultura y definir todos los detalles previos con Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa), actual propietaria de dichos talleres.
La recuperación de los galpones y la limpieza de los sectores aledaños comenzaron hace unas tres semanas, y en los últimos días, como principal logro, se completó la reparación de las calderas, tres en total, las que serán probadas hoy a fin de generar el vapor suficiente para mover de nuevo la máquina principal, denominada “locomóvil”, que se calcula tiene la misma o más fuerza que una locomotora. Precisamente, a partir de allí la energía del vapor se convierte en fuerza y se transmite al resto del sistema a través de poleas y un eje central situado a unos tres metros de altura y que recorre gran parte del galpón principal, que tiene unos 200 metros de largo.
“Calculamos que para completar la recuperación de todo el complejo ferroviario, incluidos los alrededores y las vías, se debe hacer 10 veces más de lo que hicimos hasta ahora”, dijo Vargas Peña al describir la magnitud de la restauración en Sapucái.(Fuente y foto: ABC Color)
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